Jueves Santos. Me acabo de levantar sabiendo que las predicciones del tiempo no eran muy buenas. Está lloviendo, incluso se escuchan relámpagos. ¡Qué Jueves Santos más extraño! Estoy triste pero a la vez contento porque en estos momentos no hay ninguna cofradía en la calle. Hasta el momento sólo he visto tres pasos en la calle y de la misma Hermandad: La Cena. Como sabéis la mayoría de vosotros, mi mujer está a punto de dar a luz y le han mandado reposo. Lo cierto y verdad es que en toda mi vida he pasado una Semana Santa igual, pero al menos he visto casi todas en la televisión. Puedo decir que he sido un ‘jartible’ desde casa, alternando cada minuto canal sur radio, Sevilla televisión, CRN Giralda, Internet, etc. Durmiendo con entradas y soñando con chicotás de oro. Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar a todos estos profesionales que me han hecho vibrar de emoción a través de sus narraciones, que me han transmitido ‘sobresalientemente’ mi Semana Santa y, que han logrado ‘achicar’ mi pena. A todos: Gracias. De todo lo vivido quiero compartir con vosotros esos momentos que consiguieron emocionarme el Domingo de Ramos. Me gustó mucho la entrada en Campana de la cofradía de Jesús Despojado de sus vestiduras. La banda detrás del Cristo ‘chapó’ (Virgen de Los Reyes). Finaliza con Alma de Dios: perfecta sincronización. La Cena me ha encantado un año más toda la cofradía pero en especial -los pelos de punta- esos niños cantores que acompañan al Cristo de Humildad y Paciencia. ¡Cuánta Humildad y Paciencia hace falta en este mundo! Me susurró alguien que yo me sé justo cuando pasaba al son del más puro silencio en la plaza de Los Terceros. La banda de Las Cigarreras a la altura de siempre. A la entrada, el capataz dedicó un levantá a esta pedazo de banda: felicidades Roberto Cuevas (amigo de toda la vida componente de esta banda).
Con San Roque llegaron los primeros sones macarenos a nuestra Semana Santa con la banda de la Centuria Romana tras el paso del Señor que estrenaba túnica bordada en oro. Particularmente no me gustó dicho estreno, impedía el bamboleo de la túnica a su paso. La Virgen de Gracia y Esperanza lucía un exorno floral precioso donde destacaban los narcisos. Estrenaba bambalinas bordadas en oro, sólo decir que para mí era el gran estreno del Domingo de Ramos. En esos momento llegan las primeras noticias de que el Metro-centro cesa su servicio por la multitud de personas que caminaban por la calle San Fernando. Curioso detalle, digno de debatir en otra entrada. Retraso generalizado de todas las cofradías en carrera oficial.
Se hace la noche en la Campana y llega Triana. Trianenado, con finura y arte entra el Señor de las Penas. El capataz, Manolo Vizcaya, digno de escuchar. Un artista en la calle que pone los pelos de punta escucharlo. Quizás abusase de la palabra ‘trianear’. La revirá a Sierpes de libro. Se despide como siempre, apoteósicamente. Gran ovación y aplausos de Maestranza. Larga espera para ver la Estrella. La Campana se pone en pie para recibirla. Se palpa lo que la gente quiere a esta Virgen tan trianera. Estrellas brilantes preciosas cubren su pecho. Entrada del paso justa y medida. ¡Campanilleros por vez primera en Campana! (revirando hacia Sierpes). Despedida con aplauso sonoro y algún que otro ¡óle!
Cambia el semblante la Campana, llega una Cruz de Guía elegante. Silencio blanco por todas las esquinas. Misterio soberbio, uno de los pasos de Cristo más largos de nuestra Semana Santa. Detrás otra banda de quitar el hipo. Julio Vera, hermano también de la Amargura, dirigiendo a sus músicos. Sevillana y finura. ¡Cuánto me gustan estos pasos! Sin alargar el paso como en años anteriores. Se despide el Señor como llega, con elegancia. Al fin llega la Virgen de la Amargura y cómo no, suena el himno de nuestra Semana Santa, su marcha. Sevilla sabe escuchar. Por vez primera me fijo que el dibujo interior de su techo de palio continua hacia los laterales de las bambalinas. Se aleja camino de Sierpes la Virgen de la Amargura. Adiós Virgen guapa y sevillana. La Campana boquiabierta.
Por último, de todas las levantás que escuché ese día me quedo con una. En la calle San Jacinto Manolo Vizcaya pidió a sus costaleros en la salida por esas familias que se han roto por la pérdida de un hijo/a. – Esta levantá va a ir por esta niña onubense llamada Mari Luz. Va por ella…
1 comentario:
Ambos estamos en la misma tesitura, aunque por diferentes motivos.
Salí el Domingo de Ramos con el tiempo justo de ver San Roque por Imperial y la Hiniesta por San Marcos. Disfruté de mi Amargura como siempre, en mi particular recorrido.
El Lunes Santo, dos amigos de mi hijo se ofrecieron a quedarse con él, les hice una pizza y me escapé, para ver Santa Marta, Las Penas y el Museo.
El Martes Santo,sólo ví San Benito, la cofradía de mi marido y mis hijos. Salí para recoger al chico y verla por Santa Catalina. A las 9 estaba en mi casa, con mucha pena, no te voy a decir lo contrario.
El Miércoles Santo, imagínate y este Jueves Santo, que mi corazón está en Santa Catalina, ya me está dejando una Semana Santa especialmente triste, que ya de por sí lo era.
¡Que difícil es ver las cofradías por la tele...!, ¡que traguito más difícil!
El año que viene, tu con tu carrito y yo con mis ganas. Un beso, y recuerda, que esta noche hay luna llena...
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