6 de diciembre de 2006

Ley Antibotellón, una fisura más en Sevilla

El pasado fin de semana entró en vigor la controvertida ley antibotellón en Sevilla. Pues bien, entre muchos otros sucesos cabe destacar y al mismo tiempo denunciar públicamente a través de esta Plataforma los hechos acaecidos en el bar Selva La Bari situado en la cuesta del Rosario. Las denuncias, de cuatro personas con diversos golpes en la cabeza y cortes en las manos, señalan que, al llegar a la altura del bar, los agentes obligaron a las personas que estaban fuera a entrar en el establecimiento, de reducidas dimensiones, y que, tras la negativa "sacaron las porras y comenzaron a dar golpes a todo el mundo". Los denunciantes coinciden en asegurar que escucharon "bastante jaleo" en la calle, que se asomaron a la puerta y que observaron a un grupo "numeroso" de policías locales "empujando" a la gente que estaba reunida en esta zona de movida calle abajo. Según la denuncia del dueño del local, que durante la refriega sufrió cortes en la mano y en una pierna al romperse un cristal, la actuación de la Policía fue "totalmente desproporcionada" y "sin motivo alguno", ya que la gente que estaba en su bar "salió a ver lo que estaba pasando" y no estaba bebiendo en la calle, como prohíbe la nueva ley antibotellón. Más sorprendente aún resulta que tras la reyerta, el bar fue precintado y la Policía Local entregó a su propietario el acta en el que se le comunicaba que el cierre se produce en aplicación de esta ley, ya que, según el documento "se constata la dispensación de bebidas alcohólicas para consumo en el exterior". Según el acta, alrededor de unas 30 personas estaban en el exterior del local bebiendo y "perturbando la pacífica convivencia ciudadana". En conclusión, el local sufrió la rotura de varios cristales, con numerosas manchas de sangre que dan idea de la reyerta y quedaron dispersas por el establecimiento algunas pertenencias de clientes a quienes no les dio tiempo de recoger sus cosas. Sorprendente pero cierto. Y lo peor de todo, esto nada más que acaba de empezar. Una ley con muchas fisuras que se impone a base de palos y que han pagado y pagarán justos por pecadores. Creo que estamos adentrándonos en una guerra innecesaria, una batalla que con este caminar nadie saldrá beneficiado. Dos bandos enfrentados desde hace años pero que aún no se han sentado a dialogar como es debido. Dos bandos muy diferentes, en edad y sobre todo en intereses. En el primero de ellos, en el de los jóvenes, se entremezclan clases y formas de disfrutar la noche (pero ese es otro tema) pero con un futuro poco esperanzador en cuanto a puestos de trabajos y sobre todo en acceso a una vivienda digna, que distrae en cierto modo sus penas con copas. Y en la otra acera un ayuntamiento que toma la justicia con sus propias manos, y eso sí, sin manchárselas, que para eso están los ‘contados’ número de policía por la noches en las calles de Sevilla. En el medio de la batalla también se confunden otros protagonistas no menos importantes en el tema, como son asociaciones de vecinos, policías (muchos de ellos jóvenes al mismo tiempo) comerciantes, dueños de bares y discotecas, jueces e incluso taxistas que sufren de forma indirecta este resultado de incidentes. En fin, como comprobamos son muchos los que pueden hablar y exponer y como vemos son pocos los que hablan y bastante los que imponen sin ‘escrúpulos’ y porque sí las cosas amparándose en una ley con más fisuras que las calles de Sevilla.

Bastaría con levantar un pañuelo blanco para comenzar a negociar como en antaño. Bastaría en sentar sobre una mesa todas las partes, desde comerciantes, vecinos, jóvenes, políticos, fuerzas del orden, en fin, establecer un diálogo. Porque digo yo, si el Gobierno llega incluso a dialogar con unos miserables asesinos ¿Tanto cuesta dialogar con gente que no toma armas ni pone bombas? ¿Tanto cuesta escuchar todas las partes y llegar a un acuerdo? ¿Tanto cuesta hacer las cosas como es debido? ¿Tanto cuesta no crear más problema en la ciudad de los ya de por sí existen? ¿Tanto cuesta?...Me indigno a veces, la verdad, porque en ciertas ocasiones criticamos a otras grandes potencias por sus actuaciones por que sí, repentinas, frías, innecesarias y sin escrúpulos pero tenemos una ciudad donde en parte también se hacen las cosas de una manera similar desde hace años y para colmo a base de palos. Algo falla ¿no creen?

Creo que aquí se está pagando justo por pecadores, la verdad, y por tanto claramente falta entendimiento. Por lo tanto, y como fundador de la recién creada Plataforma: Por una Sevilla justa, ofrezco nuestro Blog como mesa de debate, como mesa de diálogo y como mesa de entendimiento en esta guerra iniciada sin pies ni cabeza. ‘Por una Sevilla justa’ quiere y necesita que expresemos tod@s nuestras opiniones al respecto. El debate está servido, tan sólo hay que hablar y dialogar, como hacen las personas civilizadas en este siglo sin tener que imponer leyes del tres al cuarto a base de golpes. Enhorabuena y ánimo a los que tenéis mucho que expresar porque vosotros sois el futuro y en vuestras manos está confeccionar una ley con menos fisuras y más acorde con la realidad de Sevilla.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un tema delicado pero precisamente porque nosotros mismos lo hemos hecho delicado. La maravillosa idea del botellódromo no tiene por dónde sostenerse. Resulta que según nuestro alcalde la solución no pasa por evitar que la juventud se divierta tan sólo bebiendo, sino que pasa porque beba todo lo que quiera y más, pero eso sí, sin molestar a nadie, que no los veamos. Y para eso los manda al culo del mundo de la ciudad y alá!! Y mientras tanto, mientras termina de hacer el superinvento del botellódromo, palos a mansalva por toda la ciudad. Palos por parte de una policía que no sabe ni siquiera cómo debe acatar esta nueva ley. Situaciones como esta demuestran cada día que la varita de mando de nuestro alcalde le viene grande... y eso que lleva ya tiempo en el poder para haber aprendido...

Recaredo dijo...

Vaya por anticipado que yo no vivo en Sevilla y que además no conozco la ley. Su aplicación en Sevilla debe estar siendo especialmente problemática porque ya he leído quejas y comentarios sobre la misma en otros blogs. Desde luego, ninguna administración pública puede fomentar el consumo desmedido de alcohol. Pero tampoco usar esa excusa para prohibir el botellón. Seamos realistas. A nadie le importa que la juventud se emborrache hasta el coma fin de semana tras fin de semana. Lo que le molesta a la sociedad de este fenómeno del botellón es el ruido en la calle hasta altas horas de la noche, los desperdicios que quedan cuando los botelloneros deciden marcharse, las vomitonas y los meados, las peleas, los desperfectos en el mobiliario urbano,... ¿Acaso piensa alguien que una persona mayor que ve cómo debajo de su casa están haciendo un botellón se preocupa de la salud de esos chicos?
Es obvio que la administración debe dar una solución coherente y razonable al problema del botellón. Creo que no se puede prohibir por decreto, violentamente, algo tan hispano como trasladar el ocio festivo a la calle. Debería analizarse seriamente la gran socialización que se producen los fines de semana en cualquier ciudad española. Pero también hay que conseguir que los jóvenes beban con más moderación, haciendo un consumo de alcohol responsable. La decisión de beber para divertirse es totalmente lícita, pero todo el que la toma debe saber de las graves consecuencias que le puede conllevar.
Por último, me parece una buena idea la de crear foros de debate a nivel institucional en el que todas las partes se vean implicadas. El problema es que el botellón es un fenómeno tan espontáneo, tan voluble, tan anárquico, que sería muy difícil conseguir encontrar a representantes juveniles dispuestos a hacer oír la voz de los participantes en los botellones. Sobre todo porque casi todas las asociaciones juveniles que conozcon tienen una motivación política, carente del más mínimo interés en la juventud, y únicamente guíadas por veleidades personales.
Ánimo y suerte con vuestra propuesta.
http://recaredoblog.blogspot.com

Anónimo dijo...

Creo que no es culpa del cuerpo de Policía, la verdad, ellos cumplen con su obligación, y nada más...

Híspalis dijo...

Gracias por vuestras aportaciones. Tengo que añadir que el candidato a l alcaldía de Sevilla apellidado Zoido ha propuesto aumentar el número de Policías locales en la ciudad a un total de 600. La idea, en principio, suena bien, ya que uno de los principales problemas de la ciudad, según estudios realizados, es la inseguridad. Pues bien, leyendo un foro sobre esta noticia que abc digital dispone me encuentro con la sorpresa de numerosas personas criticando dicha propuesta argumentando en más de un caso que "más policías para qué, ¿Para poner multas?, que eso es lo que hacen...". Sorprendido me quedé al leer en más de una ocasión este tipo de comentarios sin sustento alguno. Tras eflexionar, yo mismo le preguntaría a esas personas: ¿Entónces usted qué es lo que quiere? ¿Seguridad o seguridad para lo que a usted le venga en ganas?. Dejémonos de tonterías hombre. Sevilla necesita de un mayor número de cuerpos de policías, porque así lo reclama la mayoría popular hispalense. Por otra parte, desde la Plataforma dejamos claro nuestro más apoyo incondicional al cuerpo de policía local y nacional, ya que ellos son los primeros que no quieren que suceda nada y por encima de todo, son ellos, y sólo ellos, los que se juegan la vida cada noche en la ciudad...

Anónimo dijo...

Desde luego es un tema complicado, y me parece que hay opiniones en todos los sentidos.
Yo, da la casualidad que me encontraba por esos lugares y esas horas.., y aunque de acuerdo con que se prohiban los botellones ya que causan un gran malestar en la ciudad.No estoy a favor de que la policia nos increpara, a mis amigos y a mi por salir de un restaurante italiano( de la alfalfa) y nos dijeran que más de tres personas no podrian reunirse en la calle.
- y pregunté. toque de queda?? es una manifestacion ilegal más de tres personas?
A lo cual no me responden, y me dicen que me disperse. !como poco curioso! o tambien como ver a la policia empujar a chavales que no sabian de qué iba la historia y sin ninguna explicación.
Para mi opinión(una más), creo que tendrían que haber multado como pone en la ley y dar menos empujones, así como distinguir los letreros en los que pone "pizzería" y no bar.

Por otra parte,romper una lanza en favor de la policia,ya que la policia defendió al dueño del bar, El problema vino cuando "los niñatos" de la plaza de atras de ese bar, se metieron en el bar y el dueño los intentó echar,es cuando surgió todo el problema para éste.Ya que los niñatos le agredieron y se armó todo "el jaleo".
Lo que hay que luchar es contra esta panda de indeseables!

un saludo.

Ángel

El arenal, otoño 2006

Híspalis dijo...

Gracias amigo Ángel por tu información privilegiada y de primera mano. No te falta razón en culpar a esa lacra de 'niñatos' que día a día ensombrecen nuestra ciudad con su forma de vida, con sus motos, su moda americana, sus pintadas. En fin, cierto es que son un obstáculo en esta nueva ley que acaba de nacer. Una vez más, gracias Ángel por tu testimonio. Esperamos muchos más desde esta plataforma, tu plataforma.