¿Seguros en nuestras carreteras?

Las carreteras de la ciudad de Sevilla se están colmando de ‘gloria’ día a día. Primero fueron los separadores de plástico que delimitan el carril bus de los carriles privados. Aquellos separadores verdes que con el menor roce -roces constantes teniendo en cuenta lo pequeño que han quedado los carriles contiguos a los mismos- iban a parar a la mitad de la vía propiciando más de un altercado.

A continuación ese ‘magnífico’ carril bici hecho con las prisas electorales a las que ya parece nos hemos acostumbrados. Sevilla es como es, y su trazado no es precisamente el mejor para la movilidad actual: calles estrechas, enrevesadas, mal comunicadas… Ganarle terreno a las calzadas y las aceras está provocando situaciones realmente controvertidas al tratar de meter por la fuerza un carril bici por donde no cabe. ¿Qué hacer si no hay sitio para la acera, el carril bici y el carril bus? Como la promesa era hacer carril bici por toda la ciudad, ¡que le den a los peatones, tienen que pasar las bicis!

Y llegamos a la última de las incorporaciones en nuestras vías.... Esos separadores del carril bus de hormigón, ‘gentilmente’ colocados por el Ayuntamiento en Jardines de Murillo, Avenida de la Constitución, Ronda de Capuchinos... Vuelven a demostrar la poca sensibilidad con los vehículos de dos ruedas, para los que este tipo de separadores se convierten en un peligro, tanto de quedar ‘atrapado’ al cerrarle el paso otro vehículo, como de graves lesiones en caso de caída.Sigan haciéndolo ustedes así de bien... el pueblo se lo recompensará en las próximas elecciones municipales...