25 de abril de 2007

A mi abuelo bético Pablo...

Querido Abuelo:
Como podrás comprobar, estamos viviendo tiempos verde y blancos dificiles en un momento en los que deberíamos estar de fiesta por cumplir cien años de historia. Ya sabes que soy un bético de carné de toda la vida hasta hace pocos años, realmente hasta que me he dado cuenta, abuelo, que el dinero pudre hasta los más puros sentimientos. A decir verdad he decidido no entrar en el juego de dar mi dinero a unos personajes que no paran de ladrar y poner la mano como misineros prometiéndonos estadios que no terminan y fichajes que nadie quiere, unos personajes que a costa de los sentimientos de muchas 'criaturitas' nos venden la moto sin cadena y sin freno.

Es cuando reflexiono y te recuerdo, abuelo (Cónsul de Higuera de la Sierra y del Real Betis). Tú sí que eras un bético de verdad. Tú si que has vivido los mejores y peores tiempos de un centenerio, y no esto. Me contabas aquellos años en los que la afición se desplazaba como podía en unos autobuses hasta el pico más lejano del mundo con tal de seguir a un equipo que casi nunca ganaba pero caía muy bien en todos los campos visitantes. Me contabas aquellos años en los que se vendían vacas en el campo del Betis para sacar dinero para el club. Me contabas que aunque el equipo estuviera el último por la cola animábais al equipo hasta el final, e incluso hasta salíais contentos tras perder un partido porque habíais visto que los jugadores se habían dejado la 'sangre' en el terreno de juego. Me contaba anédoctas inenerrables de Calderón, Rincón, jugadas de Cardeñosa, Luis del Sol o del mismísimo Don Rafael Gordillo. Eran tiempos donde no habían fichajes galácticos y las mejores incorporaciones al equipo eran las de un jugador andaluz, con garra y que sintiera al betis profundamente. ¡Cómo se ha perdido todo eso abuelo! Y esos años de gloria cuando ganamos la liga y la copa del Rey contra el atletic. Tú mismo lo vivistes y me por más que me lo contabas siempre te brillaban los ojos recordándolo. Verdaderamente sí que eras un magnífico personaje que supistes enseñarme a querer y sentir a un equipo sin tener que mirar el marcador, me enseñaste una filosofía de vida llamada Real Betis. Tal personaje eras que en los últimos meses de vida bromeabas diciendo eso de: cuando me muera llevadme al Betis aunque sea en un tetabrik de leche. Eso sí que es un sentimiento verde y blanco y no tonterías en torno a un perro 'guau guau'... Y ahora que lo pienso, tú sí que reunías las mejores características para ser un buen Presidente del Betis: humilde, hombre de grandes contactos, gran amigo de sus amigos y con un corazón verde y blanco inimaginable. Seguro que ahora personas con estas características o similares están ansiosas de poder ser Presidente del Betis, lo malo abuelo es que, como puedes comprobar, en los tiempos en los que vivo prima más la basura llamada 'dinero'. Lástima.

Aún cierro los ojos y te veo con tu bufanda del Betis y tu carné en la mano... fijate si eras importante en el Betis que aún no se me olvida cuando en lo últimos meses de estar con nosotros una representación del Betis se personaba en tu casa y te renovaba el carné sin pedirte un duro. ¡Ya nos gustaría a más de uno eso! ¿Cómo lo hacías?

Ahora, nuestro Betis, está inmerso en una espiral envenenada que esperemos no nos lleve a segunda una vez más, aunque los más sabios piensen que sería lo mejor que nos podría pasar.

Pero como tu recuerdo, abuelo, también tengo otros cuántos metidos en mi corazón. Como el vivido no hace muchos años junto a mi cuñado y amigos en Madrid cuando ganamos la última Copa del Rey de España o cuando en esa misma épica el equipo subió en un autobús y recorrió al grito de ¡musho Betis! las calles de Sevilla...

Creo que como en la vida, cuando las cosas no van del todo bien como quisiéramos, debemos aferrarnos a los buenos recuerdos como estos que comento y algún otro que plasmo en el siguiente video.

No obstante, lo que nunca dejará de acompañar al Betis, como bien sabes abuelo, es su afición, la mejor del mundo. De eso estoy seguro.

Por último, quiero agradecerte abuelo por haber sabido trasmitirme ese sentimiento tan precioso como es el de las trece barras de un escudo de color verde y blanco.

Se despide de tí tu nieto que tanto te añora.
PD: A ver si puedes hablar con alguien de por ahí arriba y sacar algún que otro punto para nuestro Betis

3 comentarios:

Jack dijo...

Animo chicos, ojala que el Betis tenga suerte y salga de los puestos donde esta.
Gracias por tu comentario en mi blog saludo y te agrego a mis amigos.

Anónimo dijo...

Mi madre fue la responsable de inculcar en mí el amor a las trece barras verdiblancas... y Lopera quien esta tirando a la borda el sentimiento de cientos de aficionados que no se merecen contemplar como tan sólo una persona puede echar abajo una entidad centenaria...

PD. Precioso homenaje a tu abuelo

Anónimo dijo...

vivan los que a pesar de los engaños de los fascistas de la derecha siguen votando al psoe. sois tan dictadores que seguro me censurais mi comentario