Adiós primavera. A pesar de haber padecido una primavera más calurosa de lo normal en Sevilla, muchos seremos los que añoremos a esta estación tan peculiar del año. También las flores, que comenzarán a coger fuerzas y a contar los días para volver a poder exhibir sus mejores galas. Atrás quedarán semanas de azahar y pasión, feria, corpus, elecciones... Mientras unos habrán encontrado el amor de su vida durante este periodo, otros habrán continuado amando y amando... Se nos va una estación ansiada todo el año en Sevilla, se nos va una etapa importante para nuestros corazones... Con la llegada del verano la ciudad tenderá a refugiarse en casas, centros comerciales y tiendas bajo el amparo de unos aparatos que no pararán de enfriar y enfriar. En algunos casos sin tregua alguna entre la noche y el día. Ante este desolador paisaje, Sevilla continuará en obras, alguna faraónicas innecesarias, aumentando de esta manera los termómetros en muchos puntos de la ciudad; sin los suficientes árboles para emsombrecer al verano; sin proyectos que frenen de modo alguno el calor sofocante; y sobre todo, con menor numero de visitas cada verano de turistas, y es que éstos no están por la labor de pasar unas vacaciones agobiantes: son extranjeros, no tontos. Sinceramente, siempre que llega estos meses mi mente -joven pero tampoco tonta- no deja de recordar esos 'aspersores' que refrescaban en la cartuja durante la EXPO'92. En mi opinión se podría reutilizar agua no potable para refrescar algunos puntos importantes de la ciudad y de este modo rebajar algunos grados la temperatura. De este modo muchos pasearíamos por la ciudad durante estos meses y esto haría que turistas no tuvieran excusa alguna para degustar Sevilla. No soy quien ni ingeniero para idear el mecanismo y material de dicho proyecto pero si el ayuntamiento no duda en gastarse millones de euros en otros proyectos (Setas de la encarnación, etc) que la mayoría de la ciudad no quiere, no creo que hubiera problema en plasmar un proyecto único en el mundo, ecológico, sostenible y más importante aún, muy necesario para los sevillanos. No todos tenemos terrazas, piscinas o dinero para pertenecer a un club donde pasar el verano más o menos frequito. ¿No creen?
En fin, como digo, se nos va la primavera y entra el verano en Sevilla. Esperemos que este año no venga muy caluroso y de paso de tiempo a los que tiene que pensar y el dinero de todos nosotros para que ideen algún proyecto 'fresco', ecológico y necesario para todos.
3 comentarios:
La Dirección de Sostenibilidad, invención de novedosa nomenclatura -típicamente torrijana-, dedicará a buen seguro sus socarradas neuronas a ese fin. Aunque creo que prefiero que se abstengan. Puede suceder que se gasten un importe ingente y desaparezca en invierno el sistema.
Yo soporto mejor el calor que el frio, y aún así, lo mío es la Sevilla fria y lluviosa.
No me gusta el verano.
Hay que ir a la playa...
Los niños de vacaciones...
Además en julio cumplo años..
En fín, que me gusta mas Enero, que empieza a oler a incienso...
Lo del "Microclima", por mi de acuerdo.
Cuando entro en algún edificio que pertenece a la Historia del Arte Islámico, lo primero que compruebo es su hermanamiento directo con el líquido elemento, el H2O, el 'agüita' fresca vamos. Estos genios contructivos solían crearlo todo a base de un eje común con estanques de agua. Si nos damos un paseo por el Alcázar, comprobaremos como en el escaso resto musulmán que queda, hay un estanque, al igual que en la Alhambra, donde el agua es tan numerosa como los sirvientes que tuvieron que poblar el palacio, o el Generalife, una delicia para el cuerpo y los oídos.
Los musulmanes conocían bien el clima de Andalucía, y consiguieron solucionar el problema, o por lo menos, disminuir la calor. A mi me parece una extraordinara idea amigo Híspalis.
Un abrazo.
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