14 de junio de 2007

Trianeando

No hace mucho me topé con un blog que me encantó principalmente por dos motivos: primero porque su nombre coincidía con un grupo flamenco de un buen amigo que vive en la trianera calle Castilla (Trianeando), y segundo porque uno de sus artículos me cautivó en tal medida que he decidido rescatarlo, previo permiso, para rendir homenaje no sólo a un barrio sin igual de Sevilla, sino sobre todo a aquellos que viven y sienten de verdad la otra orilla de Sevilla, a esos que se les llena la boca al decir: T-R-I-A-N-A. A esos que yo bien me sé. A esos que no entienden la Semana Santa sin oír hablar de Pureza, San Jacinto, León o Castilla… A esos que un buen día escucharon un grupo liderado por un tal Jesús de la Rosa y les cautivó tanto como para soñar con este barrio marinero. A esos que bautizan a sus hijas como Estrella, María, Victoria, Nieves, Patrocinio, o simplemente TRIANA. A esos que aplauden como nadie los pasos cofrades que vienen de la otra orilla. A esos que saben engalanar con sus flores de una forma peculiar sus balcones, patios y terrazas. O a esos otros que se les paraliza el corazón justo cuando cruzan un puente marinero que comunica la ciudad con una plaza de nombre Altozano. Es por ellos, y sólo por ellos, por lo que este barrio es tan popular y posee el duende que tiene.

Como decía, el blog comienza explicándonos algo de gramática (¡qué arte!) de la siguiente manera: “Trianear, que verbo más pequeño pero qué grande en su contenido. Se lo escuché pronunciar a D. Manuel Vizcaya en uno de esos domingos tan especiales de nuestras vidas, y desde entonces, lo he hecho mío, yo que proclamo la independencia de Triana por donde quiera que voy, cuando cruzo el puente me gusta trianear, cuando veraneo por Andalucía me encanta Trianear... y así será hasta que El Señor de Sevilla me lleve a la gloria de San Lorenzo con él”. Con este prólogo, ¿no vas a seguir leyendo?


Te escribo a ti querida, en los albores de una nueva semana santa, en plena cuaresma para que sepas cuanto te quiero. Te quiero porqué llegué en una primavera de aquel año de 1991 y me acogiste con los brazos abiertos, como solo tú sabes hacer. Te quiero, vida mía, porque a pesar de todo sigues aquí a mi vera. Te quiero, gitana, porque eres la más bella flor del jardín de mi Andalucía. Te quiero, chiquilla, porque en tus entrañas habitan la Esperanza más pura, la Estrella más radiante, el Patrocinio más gitano, la O más pequeñita pero más importante de mi alfabeto, la Salud que todo lo cura y la Victoria más exquisita. Te quiero, mi niña, porque por más que pasen los años mantienes esa eterna juventud por cada rincón de tu cuerpo. Te quiero, desde chico, porque has sabido embelesarme a tu manera: vistiéndote de azahar en noches de primavera, haciéndote por cada mes de julio la más bonita marinera, teniendo un puente, una capillita, una catedral y unas santas patronas. Te quiero tal y como eres, con tus cosas buenas y tus cosas malas. Te quiero por esas caricias que me regalas junto al río, mientras hablamos con Sevilla de giraldillos de bronce, torres de oro y plata, de alcázares de poeta... Te quiero sin que nadie se enfade, te quiero por que te quiero, que lo sepa el mundo entero, que fue gracias a mi padre. Te quiero y te querré, porque aunque no fuiste lo primero que vi al nacer, te juro ante el Señor de Sevilla que serás lo último que vea al morir.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Hispalis por este precioso artículo. Me encanta cómo escribes, se nota que sientes lo que pones. Te leo casi todos los días. También me ha gustado mucho la introducción, que sí que es tuya. He nacido en Triana y me has emocionado. Gracias de verdad. Continúa así.

Reyes dijo...

Triana es muy personal y muy suya, algo muy importante en Sevilla,
aunque para mí, mi Triana, tiene en la i una vela constantemente encendida, curiosamente proveniente de la calle Feria.

el aguaó dijo...

Querido Híspalis, me topé con ese blog casi de casualidad, y en cuanto leí la introducción decidí agregarlo a mi lista.

No es baladí tu introducción, preciosa también, como bien dice la amiga Estrella Martínez, cuyo nombre recuerda a Domingo de Palmas en San Jacinto.

Un abrazo.

Jack dijo...

ahora visitare a estos " trianeando "

Anónimo dijo...

Vaya, es curioso como se llega a los sitios.Interesante blog.
Un saludo