Tiempo de vacaciones

Es hora de depejar la mente, de desconectar del día a día y sobre todo de reponer energías. Llegan las ansiadas vacaciones que muchos deciden pasarlas en playas, montañas o realizando algún que otro viaje donde conocer nuevos países. Sin lugar a dudas, es tiempo de recoger lo sembrado o dicho de otro modo, de hacer todo aquello que durante todo un año has dicho que lo harías en vacaciones.

Tengo un compañero que jocosamente suele decir -cuando llegan estas fechas- que las vacaciones hay dos formas de pasarlas: bien o en familia. Lejos de esta broma, pienso que se nos presenta la mejor oportunidad del año para acercarnos a todas esas personas que por una razón u otra hemos desatendido durante todo un año. Pienso que se acercan unos días para entrañar con nuestros seres más queridos, para afianzar nuestras familias y sobre todo para fomentar la comunicación, esa que cada vez es más escasa en nuestros entornos de familia y amigos por culpa de la vida ligera que llevamos.

Es momento de tomarse una pausa, un descanso, una parada en el camino con el objetivo de degustar la vida. Intentemos disfrutar tanto que nos parezca que el tiempo de detenga, como el que huele con los ojos cerrados el aroma de una rosa o como el que desea que un paso en Semana Santa no se aleje nunca...

Felices vacaciones.