4 de julio de 2007

La última leyenda urbana

¿Se acuerdan de la leyenda urbana de Ricky Martin? Pues este fin de semana aún había alguien por ahí que escuché que lo había visto. Este caso tuvo tal repercusión que los propios medios de comunicación tuvieron que desmentir tal historia que no fue más que producto de una cadena de mentiras de unos a otros. Desde entonces han seguido alentándose todo este tipo de leyendas urbanas unas simpáticas y otras no tanto, la verdad, como esta última que os paso a relatar y que seguro, seguro muchos de ustedes ya la hayan escuchado, eso sí, cada una con su punto distinto y sobre todo super creíble.

Ha sido tal el revuelo y miedo que se ha originado tras la desaparición de dos niñas hace aproximádamente un mes que la gente ha comenzado a creerse que una red de etnia rumana va raptando pequeños por nuestra ciudad. Seguro que ahora caes que un amigo/a, vecino/a, primo/a, madre, padre, te ha contado algo por el estilo... y es que esta leyenda urbana se sustenta en que "un grupo de rumanos está raptando muchos niños en Sevilla", después cada historia tiene lo suyo a parte...(he escuchado ya de todo)... que si una mujer en un supermercado de Los Remedios perdió su hijo y éste cerró sus puertas para rastrear dicho local, al final: en los lavabos se encontraba su hijo junto a un rumano que le había afeitado la cabeza con intención de sacarlo del país". Curiosamente, la misma historia la escuché también por otra fuente pero esta vez cambiaba el escenario, en vez de Los Remedios en un pueblo del aljarafe y también en Sevilla Este.

Pero lo que me ha empujado a escribiros ha sido sobre todo lo que me sucedió ayer. Entró en mi despacho una compañera de trabajo con cara desencajada alertándome que acababan de secuestrar a una pequeña, hija de una pareja de chinos dueños de un comercio. Mi fuente supuestamente se informó bien y según me contó: "Dicen que se lo han llevado unos rumanos, que hay personas que lo han visto", y matizó, "tengo un miedo en el cuerpo que no veas, porque hace dos días mi hermana ya me contó que en su colegio se lo habían avisado, que tuvieran cuidado porque un grupo de rumanos estaban llevándose muchos críos". Pero lo mejor viene ahora, ya que me confirmó que mientras estaba en la calle hablando sobre el tema con una vecina llegaron dos más que añadieron más datos sobre esta historia comentando que se habían enterado que por Sevilla Este hace un par de semanas secuestraron a una niña en un supermercado y que la encontraron en los baños afeitada por la cabeza junto a una pareja rumana (me suena de algo esta historia). En fin, pensé lo de siempre y me vino a la cabeza aquellos amigos míos que juraban haber presenciado la historia de Ricky Martin. Pero no todo quedó ahí, esta mañana, desayunando en el bar de siempre, me dice el camarero que encontraron al final a la pequeña china en la Macarena subida en un carro de supermercado sola. A la postre, la dueña de un establecimiento de comida de al lado (la típica que se entera de todo) me asegura lo mismo que el camarero pero añadiéndole que estaban también una pareja de rumanos que echaron a correr cuando la policía encontró a la niña. ¡Buffff! Jarto de mentiras y de informaciones de todo tipo no me lo pensé dos veces: me acerqué al chino para informarme de primera mano. Entré, vi a la chinita jugando tan tranquila y lo primero que dije fue:

- Vaya, me he enterado de lo de ayer, vaya susto ¿no?
- Sí, menos mal que encontraron a la niña - me contestó el padre de la criatura que aparentaba una tranquilidad y normalidad infinita.

Sin pensármelo le pregunté:

- ¿Pero que fue un rapto?- dije en plan policía.
- ¿Cómo? No, estaba jugando sola, se había extraviado- me contestó al estilo chino (es decir, sin entrar en muchos detalles).

En fin, me quedé asombrado de cómo podían haber personas que se hubieran inventado toda una historia y sobre todo jugando con la pérdida de una niña. Ahora que que caigo, Javier Rubio, gran profesor y periodista de El Mundo, viene escribiendo sobre esta leyenda urbana desde hace bastante tiempo en su columna de opinión. No obstante, por si cabía algún tipo de duda, eché un vistazo a toda la prensa local, desde ABC, El País, El Mundo, Dirario de Sevilla, internet...etc y nada de nada de un posible rapto de una niña. Por que digo yo que si hubiera pasado qué menos que los medios lo hicieran público, porque seguro que los hay que pensarán también que no se publica nada para no crear alarma social o porque los padres de esos niños no tienen dinero. Al menos eso me contestó el camarero del bar al preguntarle que cómo ningún caso de rapto de los que él hablaba como si los hubiera visto no están en los medios de comunicación. Pero mi investigación no terminó ahí, llamé a compañeros y amigos que tengo trabajando en distintos medios locales de Sevilla y me afirmaron de que sí, que existe este rumor desde hace meses en la ciudad pero que a día de hoy no tienen ninguna información que al menos les haga investigar en profundidad y ni mucho menos ninguna prohibición policial de hablar sobre el tema.

Como vemos, el fenómeno de las leyendas urbanas tiene un poder inmenso, tan enorme que es capaz de hacer que cientos de padres recojan a su hijos 15 minutos antes a la salida de los colegios como hizo no hace mucho mi hermana con mis sobrinas, y todo porque saltó la alarma (nadie sabe de quién) de la historia que venimos contando pero esta vez en la puerta de los colegios.
Las leyendas urbanas pueden llegar a hacer mucho daño a empresas, colectivos y sobre todo a personas, dañándoles su imagen. Por todo ello no me cabe más decir lo que siempre mi abuela me repetía: - No te creas más de lo que veas. Pues eso, espero que ustedes aporten su granito de arena con su opinión sobre esta última leyenda urbana que recorre la ciudad de Sevilla.

12 comentarios:

Javier Rubio dijo...

Muchas gracias por acordarte de mí. En efecto, a primeros de junio publiqué una columna que se llamaba "Bulos" en la que me hacía eco de estos infundios y pedía a las autoridades que se los tomaran en serio para desmentirlos en rueda de prensa con todos sus avíos. La tranquilidad de muchas familias depende de lo que ellos digan. Pero no hacen caso. Seguiremos en la brecha.

Híspalis dijo...

Gracias Javier Rubio por tu nueva aportación al tema y por tu participación en este blog. Efectivamente, como bien dices, las autoridades deberían tomar cartas en el asunto ya que tienen a más de uno intranquilo con este bulo, porque aunque mi abuela me dijera siempre que no te creas más de lo que ves...existe el refrán que también dice: cuando el río suena...

Pablo G.C. (kilometradas.blogspot.com) dijo...

Yo también he escuchado de boca de un familiar un supuesto rapto de una niña en un mercadillo, pero siempre igual, el que te lo cuenta dice que a él, se lo ha contado otra que a la vez, se lo contó una amiga de la madre de la hija que es amiga de la niña que intentarón llevarsela....bla,bla,bla.
Nadie de primera mano te dice, "pues sí, mi hermana que en las puertas de McDonalds le intentaron quitar a la niña tres tios vestido así y con estas pintas, y hemos ido a denunciarlo a la policía"...
Yo digo como dices en tu éscrito Hipalis, mientras que no salga en los medios, no le hecho ni cuenta, es más ni me alarmo. Recordad: de lo que te digan no te creas nada, y de lo que veas creete la mitad.

el aguaó dijo...

Querido Híspalis, como bien dices, esta 'historia' también ha llegado a mis oídos. Primero, y hace unos dos meses y medio aproximadamente, me enteré de que hubo un intento de secuestro en San José de la Rinconada, junto al Mercadona. No hace mucho, mis tíos, que viven en Gelves, me dijeron que por allí también hubo un intento de secuestro.
En los dos casos, los rumanos eran los protagonistas.

Es verdad que la gente tiende a crear una idea, imagen, historia o leyenda que posteriormente hace brotar cual si fuera un virus contagioso, que salta de boca en boca, adornándose en cada parada por sus respectivos transmisores, herencia de la exageración andaluza. Luego aparece el miedo, totalmente justificable, bajo mi humilde punto de vista, en aquellos padres que llegan un poco tarde al recoger a sus niños o que los pierden de vista en algún momento del paseo del parque, ya que, de una manera u otra, a su mente viene esa 'historia' o 'leyenda'. Y ahora vienen a mi cabeza dos puntos de vista o dos conclusiones. "Cuando el río suena, agua lleva", como bien has dicho en tu comentario, o bien puede ser como las carreras de esa fatídica Madrugá, que la gente ve correr, y sin saber por qué, corre. Y corre por miedo. Miedo a lo desconocido.

Y por cierto, la leyenda urbana de Ricky Martin también la recuerdo.

Un fuerte abrazo amigo mío.

P.D. Dispensa la extensión de mi comentario querido Híspalis.

del porvenir dijo...

Para leyenda urbana la de los fichajes de Lopera, y esa es cíclica.
Es por quitarle "jierro" a la cosa

Reyes dijo...

Pues yo, que tengo dos hijos, no tenía ni idea.
De todas formas, siempre, como dice mi madre, hay que tener "siete ojos" con los niños.
En cuanto a Ricky Martin, esa historia si la conocía.

Rascaviejas dijo...

Servidor también ha escuchado la historia donde debe ser: ¡en la peluquería!. Y por supuesto muy exagerada. Juraban y perjuraban que había decenas de casos de secuestros hechos por rumanos y que la policía no daba más noticias. Por supuesto es imposible que algo así no trascienda. Pero imagínense el número de personas que pasa por la peluquería...

M. Andréu dijo...

Me uno a lo ya dicho aquí: también me han llegado las historias del Mercadona de Sevilla Este, del McDonald del edificio Cristina, de algún pueblo del Aljarafe, etc.
Si de verdad esto fuera así, ya habría habido alguna repercusión en los medios de comunicación o bien alguna detención (la policía no trabaja tan mal como parece).
Esto me recuerda bastante a los correos electrónicos donde nos piden dinero para la operación de un niño que padece una enfermedad desconocida: ni el niño existe, ni existe la enfermedad, y lo único que se pretende es crear una cadena de e-mails.

Jack dijo...

supongo que esto es como lo del tio del saco, y todas las leyendas que ahora nos hacen gracias y a nuestro abuelos le aterraban.

Finidiblanco dijo...

Imaginate a mí, que soy maestro, si me ha llegado, no veas el revuelo en el colegio y, como hemos tenido que estar pendiente de cada uno de los niños a la hora de "entregárselos" a sus familiares a la hora de la salida.

Gran psicosis colectiva

B. dijo...

Posible relación quizás con el hecho de que algunos estaban muy quemados con los rumanos que habían okupado una manzana de casas en la Barqueta??? Bulo para dejarlos aún peor de cara a la sociedad e intentar levantarlos para que los echasen de allí??? Hmmm... quizás sí, quizás no...

Anónimo dijo...

Estos son bulos que recuerdan a la Edad Media... Se coge al colectivo humano más desfavorecido, se les animaliza y se les achacan todos los males de la tierra: que si roban niños, que si hacen desaparecer, que sí tal, que si cual... Lo mismo que cuando en la Alemania nazi se inventaban bulos contra los judíos... Ahora le toca el turno a los rumanos. De ahí que el comentario final de hispalis -"cuando el río suena..."- no es de recibo. Esos bulos e infamias afectan a la vida de seres humanos que suficientes problemas tienen ya de por sí como para encima cargar con el sambenito de 'mostruos robaniños'. ¡¡¡Por favor...!!!