30 de septiembre de 2007

Santa Lucía

Todos los últimos domingos de septiembre recuerdo con mis padres que nunca nos perdíamos el paso de Santa Lucía, entre otras muchas cosas porque siempre pasaba por mi casa. Hoy, siguiendo la tradición, tampoco me podía perder este paso. Al igual que con mis padres, también continua pasando rozando mis balcones, a menos de un metro, perfumando mi casa de incienso. A pocos segundos de llegar el paso, mi mujer, con mucha gracia y entusiasmo me dice: - Abre las puertas, que entre el olor por toda la casa.

Y es que no hay cosa más bonita que ver pasar una cofradía de barrio en meses poco habituales. ¿O no? Así es Sevilla, y por eso me encanta.

5 comentarios:

Reyes dijo...

En esta ocasión, que salía de mañana, ha tenido que darse la vuelta.
Santa Lucía, por estar en mi Santa Catalina, me trae recuerdos de mi infancia, especialmente el panel con ofrendas que había junto a su altar.
Pasaba horas, de niña, imaginándome quiénes serían los favorecidos y sus causas.

Paços de Audiência dijo...

Depende. Si eres capillita está bien. Pero para el que no lo sea es un suplicio.

Vamos, que yo veo un paso y una banda de música y se me alegra el día. Pero, por ejemplo, a mi hermana, tener que esperar dentro de un coche, con la calle cortada, para que pase un paso.

Por cierto, a volapié, me ha venido a la mente, al hablar de tu mujer, el tema del capilita consorte. Me explico, si tu marido o mujer es capillita, pues bien, los dos lo disfrutais.

Pero si no lo es... Pocas discusiones he presenciado yo en Semana Santa, y es que el no capillita, sea hombre o mujer, acaba hasta el gorro.

Y es que la Semana Santa depende mucho de con quien la veas. Mucho, mucho. Si te gusta claro.

Raúl Ramírez dijo...

El otoño sevillano nos trae un nuevo lienzo de luces más blandas en el que el nardo que se pierde poco a poco impregna el discurrir de las Glorias.

el aguaó dijo...

Magnífico querido Híspalis. En mi barrio ocurrió lo mismo, como todos los años San Jerónimo se echó a la calle. La imagen iba acompañada por un pequeño cortejo formado por la gente del barrio, tan conocida por todos, dentro de un ambiente acogedor. Detrás la Banda "chica" de Las Cigarreras, que tocó de dulce.

Como bien dice el amigo Cabezota, te alegra el día.

Un abrazo.

Persio dijo...

En los momentos que vive España urge rezar a todos los santos.